Un estudio del Banco Mundial señala que el progreso tecnológico en vez de generar desempleo, abriría nuevas oportunidades de empleo, mejoras en la productividad, apertura de mercados y la prestación de servicios públicos más eficientes, debido a que el desarrollo tecnológico provoca que las empresas mejoren sus operaciones productivas, crezcan más rápidamente y lleguen a una gama más amplia de clientes.
Para Sandra Rodríguez Acosta, profesora de Economía de Uninorte, el cambio tecnológico se convierte en una oportunidad para la transformación de los procesos de producción al interior de las empresas, para que aparezcan nuevas y con ello también nuevos empleos; “esto requiere transformaciones de los mercados de trabajo y la legislación vigente”.
Por tanto no va a disminuir el número de empleados que requieren las empresas, lo que va a variar son las habilidades que buscan los empleadores en los trabajadores y las características de los puestos de trabajo. El Banco Mundial señala que se preferirán trabajadores con habilidades en manejo de nuevas tecnologías, solución de problemas complejos, trabajo en equipo y de fácil adaptación.
Según datos recientes del Banco Mundial, con los actuales avances tecnológicos la fuerza laboral mundial superó los 3000 millones de trabajadores desde 2017. Además, los trabajos industriales no han disminuido, por el contrario se han mantenido alrededor del 20 % de la fuerza laboral total entre 1993 y 2017.
Para Rodríguez, se espera que cada vez más empleos de cualificaciones medias y tareas rutinarias sean asumidos por máquinas y, por tanto, pueden desaparecer, mientras tienen lugar un desplazamiento de esos trabajadores a empleos con tareas de baja y alta cualificación.
“Si bien sobre esta predicción no hay consenso entre los expertos, algunas posiciones señalan que los empleos que requieren un alto nivel de cualificación para cumplir sus tareas son, en promedio, menos susceptibles a desaparecer, aunque se deben considerar otros factores como la organización del trabajo o la estructura económica. Empleos en los que las tareas requieren capacidades cognitivas y cooperación entre trabajadores o con clientes deberían ser más estables, mientras que aquellos que son de tipo rutinario en el intercambio de cosas e información son más vulnerables”, señala la profesora.
Los gobiernos pueden mejorar el grado de adaptación de los trabajadores ante las nuevas oportunidades que brindarán los avances tecnológicos en el mercado laboral. El Banco Mundial señala que los encargados de las políticas públicas deben invertir en capital humano, mejorar los sistemas de seguridad social y ampliar su cobertura.
FUENTE: https://www.elheraldo.co/economia/avances-en-tecnologia-no-son-una-amenaza-para-el-empleo-banco-mundial-600702